Artículo del Boletín de las Misioneras nº38
La Sierra de Gibralgalia no es un pueblo más de la geografía española… No lo es para las Misioneras de las Doctrinas Rurales. Es la cuna de nuestra Obra, la primera aldea donde el Beato Tiburcio Arnaiz S.J., en 1922, envió a la Sierva de Dios María Isabel González del Valle, junto con algunas otras de sus dirigidas, para que se establecieran como unas vecinas más y desarrollaran un apostolado según su peculiar método de evangelizar.
Desde aquella primera «aventura» misionera, en la que María Isabel encontró definitivamente su vocación, nunca hemos dejado del todo esta barriada del campo malagueño. No lo hizo María Isabel, volviendo con relativa frecuencia en varias ocasiones para facilitarles el Cumplimiento Pascual y otras tareas apostólicas. Tampoco lo hicieron las demás misioneras que siguieron esta vocación.Leer más