Artículo del Boletín de las Misioneras nº38
La Sierra de Gibralgalia no es un pueblo más de la geografía española… No lo es para las Misioneras de las Doctrinas Rurales. Es la cuna de nuestra Obra, la primera aldea donde el Beato Tiburcio Arnaiz S.J., en 1922, envió a la Sierva de Dios María Isabel González del Valle, junto con algunas otras de sus dirigidas, para que se establecieran como unas vecinas más y desarrollaran un apostolado según su peculiar método de evangelizar.
Desde aquella primera «aventura» misionera, en la que María Isabel encontró definitivamente su vocación, nunca hemos dejado del todo esta barriada del campo malagueño. No lo hizo María Isabel, volviendo con relativa frecuencia en varias ocasiones para facilitarles el Cumplimiento Pascual y otras tareas apostólicas. Tampoco lo hicieron las demás misioneras que siguieron esta vocación.
En el año 1952 regresaron de nuevo para permanecer en la Sierra durante diez años consecutivos. Tiempo en que se restauró la iglesia y la casita contigua que servía de vivienda, escuela y enfermería. En 1954 se trasladaron los restos de María Isabel desde el cementerio de Jerez de la Frontera, donde había fallecido en 1937, a aquel templo que se había levantado gracias a su generosidad. En esta época, las misioneras también promovieron la construcción de la carretera, del cementerio y de la escuela rural, así como la llegada del agua y de la luz.
Volvieron otra temporada larga, al cabo de diecisiete años, en 1977. Y la última «Doctrina» fue en el curso 1995-96; Aunque nuestra presencia no ha faltado de forma esporádica: algunas Navidades, en Semana Santa, o para estar pendientes de reformas realizadas en la iglesia…
Lo que no cabe duda es que este curso ha sido especial:
La Santa Sede nos ha concedido un Año Jubilar con motivo del centenario de la primera Doctrina Rural, señalando como tempos jubilares: la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción de la Sierra de Gibralgalia y la iglesia del Sagrado Corazón de Málaga, donde se venera el sepulcro del P. Arnaiz S.J.
El 8 de enero subió el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, a la capilla de la Sierra para inaugurar el Año Jubilar, con una sencilla pero solemne ceremonia a la que asistieron, además de los serranos, el Ayuntamiento de Cártama, algunos miembros del Patronato del P. Arnaiz y otros devotos.
En la iglesia del Sagrado Corazón, con motivo del jubileo, los días 18 de cada mes, hemos tenido una Hora de Adoración, meditando textos de nuestro fundador. Y en la Sierra, después de Pascua, abrimos la exposición: «Las Doctrinas Rurales, cien años de evangelización y promoción social y cultural». En ella se daba a conocer la figura de María Isabel, las dificultades de la subida a la Sierra, la organización de esta primera Doctrina, la construcción de la iglesia; y la labor de la Obra, en general, por toda la geografía española a lo largo de todo un siglo.
Grupos de niños, jóvenes y adultos han visitado Gibralgalia durante el Año Jubilar que está a punto de concluir, y han podido aprovechar los preciados beneficios de la indulgencia plenaria, además de conocer mejor esta realidad evangelizadora de la Iglesia, y la santidad y el heroísmo misionero de sus fundadores.
Damos gracias a Dios por todo este torrente de bendiciones y pedimos una plegaria rogando por la fidelidad y santidad de todas las misioneras actuales y futuras.